Todo tiene una parte positiva.

       ¿Dónde está lo positivo? Me decía un amigo mientras hablábamos de la situación actual. 

Unos precios por las nubes, una falta de suministro de materias, unos gobernantes que no aciertan en sus decisiones, una pandemia que todavía nos obliga a llevar mascarillas, una guerra que nos pilla más cerca de lo que pensamos… TODO ES MALO. 

       La verdad es que es difícil ver la parte POSITIVA de las cosas cuando las realidades son las que son…

       ¡ERROR! En esta afirmación es donde se encuentra la CLAVE. El “quid” de la cuestión. Lo importante del asunto. 

       Las realidades no son las que son. Las realidades son las que nosotros queremos que sean.

       Recuerdo al paracaidista que se dio de cara contra una farola en el desfile de las fuerzas armadas del 12 de Octubre del 2019.

       ¿Cómo se tomó el soldado este percance? 

       Yo no lo sé porque no le conozco ni he hablado con él. 

       Pero solo puede haber 2 maneras de tomárselo: 

       1.- Qué desastre! ¡Vaya cagada! ¡Qué vergüenza para las fuerzas del aire españolas! Voy a desaparecer del mapa al menos una temporada hasta que esto se olvide. Y cosas parecidas. 

       2.- He sido el centro de atención del mundo por unos momentos. Tengo mi cuenta de Instagram petada de comentarios. Soy famoso. Todo el mundo habla de mí. Bien o mal pero hablan de mí.

       Sin duda ante un suceso que ya ha pasado y no teniendo la máquina del tiempo para cambiarlo…. Yo sin duda escogería tomármelo bien y buscarle la parte positiva.

       El mundo está lleno de injusticias.

       Cambiemos el MUNDO. Pongámonos rumbo a lo POSITIVO.